Examen de conciencia sobre los diez mandamientos

LOS DIEZ MANDAMIENTOS: Los tres primeros mandamientos se refieren a nuestra relación con Dios. Los otros siete se refieren a la relación con el prójimo.

 

 1. AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZÓN, CON TODA TU ALMA Y CON TODAS TUS FUERZAS

 

¿He admitido en serio alguna duda contra las verdades de la fe?

¿He llegado a negar la fe (incredulidad es decir rechazo voluntario) o algunas de sus verdades, en mi pensamiento o incluso delante de los demás?

¿He desesperado de mi salvación o he abusado de la confianza en Dios, presumiendo que no me abandonaría, para pecar con mayor tranquilidad?

¿He murmurado interna o externamente (por enfermedad, mala situación, etc.) contra el Señor cuando me ha acaecido alguna desgracia?

¿He abandonado los medios que son por sí mismos absolutamente necesarios para la salvación, por ejemplo, evitando al confesión sacramental pudiendo acudir a ella?

¿Me he descuidado en alcanzar la debida formación doctrinal y espiritual?

¿He hablado sin reverencia, o peor aún, con sorna de las cosas santas, de los sacramentos, de la Iglesia, de sus ministros?

¿He tenido indiferencia ante Dios, es decir, he despreciado su amor, su providencia o sus planes?

¿He abandonado el trato con Dios en la oración o en los sacramentos?

¿He tenido tibieza, flojera o pereza espiritual, insensibilidad ante el gozo que viene de Dios?

¿Me he dejado llevar por la angustia ante las incertidumbres que trae caminar en fe?

¿En materia religiosa he obligado a alguien a actuar contra su conciencia, sea pública o privadamente, solo o asociado con otros?

¿He presumido de mis capacidades es decir creyendo que puedo lograr una vida plena y a mi medida sin la ayuda de Dios?

¿He abusado de la omnipotencia o de la misericordia de Dios es decir esperando obtener perdón sin conversión y la gloria de Dios sin mérito?

¿He practicado la superstición o espiritismo, o magia o hechicería?

¿He practicado dinámicas de control mental o métodos consideran que la mente es Dios o se confunde con Dios?

¿He dado crédito a la reencarnación, o a la llamada Nueva Era?

¿He caído en idolatría, divinizando lo que no es Dios o anteponiendo cosas o personas a la gloria y honor que se deben sólo a Dios?

¿He practicado adivinación, evocación de muertos, horóscopo, astrología, quiromancia, el recurso a un médium, interpretación de presagios, ocultismo, uso de amuletos?

¿Pertenezco a alguna sociedad o movimiento ideológico contrario a la fe o los partidos políticos que exigen ateísmo en sus miembros?

¿Me he acercado indignamente (sin realizar el sacramento de la confesión y necesitándolo) a recibir algún sacramento?

¿He leído o retenido libros, revistas o periódicos que van contra la fe o la moral? ¿Los di a leer a otros?

¿He dado oídos sordos a predicaciones y homilías que me hubieran podido hacer mucho bien?

¿He pecado por omisión, descuidando los medios para adquirir una cultura religiosa que me capacite para ser testimonio de Cristo con el ejemplo y la palabra?

¿He hecho sin ganas las cosas que se refieren a Dios?

¿He blasfemado? ¿Lo he hecho delante de otros?

¿He realizado la acción de tentar a Dios es decir a poner a prueba, de palabra o de obra, su bondad y su omnipotencia?

¿He sido indiferente al oír alguna blasfemia o al ver que se ofende a Dios, es decir, sin realizar un acto de desagravio, al menos interno?

¿Soy de aquellos que pretenden escoger qué creen y qué no en lo que enseña la Iglesia Católica?

¿Discuto los mandatos de la Iglesia con desprecio, sin reconocer la presencia viva de Cristo en la misma Iglesia?

¿He estado en agnosticismo, o sea, manifestando que es imposible probar la existencia de Dios o sus atributos?

¿He pretendido comprar la gracia o la amistad con Dios sea con el pago de dinero o en virtud de la influencia o amistad que tengo con personas consagradas, como si no se necesitara mi conversión personal?

 

2. MANDAMIENTO: NO TOMARÁS EN FALSO EL NOMBRE DE SEÑOR TU DIOS

 

¿He hecho algún voto, juramento o promesa (cuando se promete a Dios un acto, una oración, una limosna, diezmo u ofrenda, una peregrinación, etc.) y he dejado de cumplirlo por mi culpa?

¿He honrado el santo nombre de Dios?

¿He pronunciado el nombre de Dios (blasfemia) sin respeto, con enojo, burla, odio, reproche, desafío, o de alguna manera poco reverente?

He injuriado y abusado contra la iglesia, y los nombres de Dios, la Virgen Maria, los Santos?

¿He usado el nombre de Dios como mágico?

¿He jurado (tomar a Dios como testigo de lo que digo o la veracidad divina como garantía de la propia verdad) sin verdad?

¿He jurado sin necesidad, sin prudencia o por cosa de poca importancia?

¿He jurado hacer algún mal?

¿He reparado el daño que haya podido seguirse de mi acción?

¿He realizado perjurio es decir hablar bajo juramento lo que uno no tiene intención de cumplir?

 

3. MANDAMIENTO: SANTIFICAR EL DÍA DEL SEÑOR Y LAS FIESTAS DE GUARDAR

 

Pudiendo sin grave perjuicio haberlo hecho, ¿he faltado a Misa los domingos o fiestas de guardar como Pascua, Navidad, Epifanía, Ascensión, Santa María Madre de Dios...?

¿Me he distraído voluntariamente o he llegado tan tarde que en realidad no he cumplido con el precepto?

El domingo está tradicionalmente consagrado por la piedad cristiana a obras buenas y a servicios humildes para con los enfermos, débiles y ancianos. ¿He sido insensible a esas obras buenas, piadosas y caritativas?

¿Mi descanso entraña pecado por lo que hago o dejo de hacer, por lo que usualmente digo, veo o imagino?

 

4. MANDAMIENTO: HONRARÁS A TU PADRE Y A TU MADRE

 

¿He desobedecido a mis padres o superiores en cosas importantes?

¿Tengo un desordenado afán de independencia que me lleva a recibir mal las indicaciones de mis padres o superiores legítimos simplemente porque me lo mandan?

¿He entristecido con mi conducta a mis padres o superiores?

¿Les he amenazado o maltratado de palabra o de obra, o les he deseado algún mal grave o leve?

¿He dejado de ayudarles en sus necesidades espirituales o materiales?

¿Me dejo llevar del mal genio y me enfado con ellos con frecuencia y sin motivo justificado?

¿Soy egoísta con las cosas que tengo, y me duele dejarlas a los demás en mi casa?

¿He reñido con mis hermanos?

¿He dejado de hablarme con ellos y no he puesto los medios necesarios para la reconciliación?

¿He dado mal ejemplo a mis hermanos?

¿He injuriado, despreciado, abandonado, a mis padres?

¿He sido altanero o ingrato con mis padres, abuelos o hermanos?

¿He despreciado las lecciones, ejemplos o buenos consejos que pudieran darme mis hermanos, o especialmente mis padres o superiores legítimos?

¿Permanezco indiferente ante las necesidades, problemas y sufrimientos de la gente que me rodea, singularmente de los que están cerca de mí por razones de convivencia o trabajo?

¿Soy causa de tristeza para mis compañeros de trabajo por negligencia, descortesía o mal carácter?

¿He dado mal ejemplo a mis hijos no cumpliendo con mis deberes religiosos, familiares o profesionales?

¿Les he corregido con firmeza en sus defectos o se los he dejado pasar por comodidad?

¿Corrijo siempre a mis hijos con justicia y por amor a ellos, o me dejo llevar por motivos egoístas o de vanidad personal, porque me molestan, porque me dejan mal ante los demás o porque me interrumpen?

¿Les he amenazado o maltratado de palabra o de obra, o les he deseado algún mal grave o leve?

¿He descuidado mi obligación de ayudarles a cumplir sus deberes religiosos y de evitar las malas compañías?

¿He abusado de mi autoridad y ascendiente forzándoles a recibir los sacramentos, sin pensar que por vergüenza o excusa humana, podrían hacerlo sin las debidas disposiciones?

¿He impedido que mis hijos sigan la vocación con que Dios les llama a su servicio?

¿Les he puesto obstáculos o les he aconsejado mal?

Al orientarles en su formación profesional, ¿me he guiado por razones objetivas de capacidad y medios, o he seguido más bien los dictados de mi vanidad o egoísmo?

¿Me preocupo de modo constante por su formación en el aspecto religioso?

¿Me he preocupado también de la formación religiosa y moral de las otras personas que viven en mi casa o que dependen de mí?

¿Me he opuesto a su matrimonio sin causa razonable?

¿Permito que trabajen o estudien en lugares donde corre peligro su alma o su cuerpo?

¿He descuidado la natural vigilancia en las reuniones de chicos y chicas que se tengan en casa?

¿Soy prudente a la hora de orientar sus diversiones?

¿He tolerado escándalos o peligros morales o físicos entre las personas que viven en mi casa?

¿Sacrifico mis gustos, caprichos y diversiones para cumplir con mi deber de dedicación a la familia?

¿He descuidado cultivar la amistad con mis hijos, quizás sobrevalorando el poder de mi autoridad o fuerza?

¿He sabido crear un clima de familiaridad evitando la desconfianza y los modos que impiden la legítima libertad de los hijos?

¿Doy a conocer a mis hijos el origen de la vida, de un modo gradual, acomodándome a su mentalidad y capacidad de comprender, anticipándome ligeramente a su natural curiosidad?

¿Evito los conflictos con los hijos quitando importancia a pequeñeces que se superan con un poco de perspectiva y sentido del humor?

¿Hago lo posible por vencer la rutina en el cariño a mi esposo(a)?

¿Soy amable con los extraños y me falta esa amabilidad en la vida familiar?

¿He reñido con mi esposo(a)?

¿Ha habido malos tratos de palabra o de obra con mi cónyuge?

¿He fortalecido la autoridad de mi cónyuge, evitando reprenderle, contradecirle o discutirle delante de los hijos?

¿Le he desobedecido o injuriado?

¿He dado con ello mal ejemplo?

¿Me quejo delante de la familia de la carga que suponen las obligaciones domésticas?

¿He dejado demasiado tiempo solo a mi esposo(a)?

¿He procurado avivar la fe en la Providencia y ganar lo suficiente para poder tener o educar a más hijos?

¿Pudiendo hacerlo he dejado de ayudar a mis parientes en sus necesidades espirituales o materiales?

¿He pagado o demorado el salario justo, o descuidado el bienestar espiritual y material de mis empleados?

¿He sido rebelde a la autoridad e irresponsable con mis deberes de empleado?

¿He guiado a mis hijos con claridad a orar y a descubrir su vocación?

¿He pagado los impuestos y procurado colaborar en el bien público de mi ciudad y país

 

5. MANDAMIENTO: NO MATARÁS

 

¿Tengo enemistad, odio o rencor hacia alguien?

¿He dejado de hablarme con alguien y me niego a la reconciliación o no hago lo posible por conseguirla?

¿Evito que las diferencias políticas o profesionales degeneren en indisposición, malquerencia u odio hacia las personas?

¿He deseado un mal grave al prójimo? ¿Me he alegrado de los males que le han ocurrido?

¿Me he dejado dominar por la envidia?

¿Me he dejado llevar por la ira? ¿He causado con ello daño a otras personas?

¿He despreciado a mi prójimo?

¿Me he burlado de otros o les he criticado, molestado o ridiculizado?

¿He maltratado de palabra o de obra a los demás?

¿Pido las cosas con malos modales, faltando a la caridad?

¿He llegado a herir o quitar la vida al prójimo?

¿He sido imprudente en la conducción de vehículos?

¿He practicado, aconsejado o colaborado en la realización de algún aborto, sabiendo que constituye un pecado gravísimo que lleva consigo la excomunión?

¿He contribuido a adelantar la muerte a algún enfermo con pretextos de evitar sufrimientos o sacrificios, sabiendo que la eutanasia es un homicidio?

Con mi conversación, mi modo de vestir, mi invitación a presenciar algún espectáculo o con el préstamo de algún libro o revista, ¿he sido la causa de que otros pecasen?

¿He descuidado mi salud?

¿He atentado contra mi vida?

¿Me he embriagado, bebido con exceso o consumido drogas?

¿Me he dejado dominar por la gula, es decir, por el placer de comer y beber más allá de lo razonable?

¿Me he deseado la muerte sin someterme a la Providencia de Dios?

¿Me he desentendido del bien del prójimo, no avisándole del peligro material o espiritual en que se encuentra o no corrigiéndole como pide la caridad cristiana?

¿He realizado secuestro, terrorismo, tortura o mutilaciones?

¿Tolero abusos o injusticias que tengo obligación de impedir?

¿He dejado, por pereza, que se produzcan graves daños en mi trabajo?

¿He descuidado mi rendimiento en cosas importantes con perjuicio de aquellos para quienes trabajo?

 

6. Y 9. MANDAMIENTOS: NO CONSENTIRÁS ACCIONES NI PENSAMIENTOS IMPUROS

 

¿Me visto de modo inapropiado, induciendo a otros a impureza? ¿Considero esos detalles tontería?

Antes de asistir a un espectáculo, o leer un libro, ¿me entero de su calificación moral para no ponerme en ocasión próxima de pecado evitando así las deformaciones de conciencia que pueda producirme?

¿Me he entretenido con miradas impuras?

¿He cobijado las sensaciones impuras?

¿He hecho acciones impuras?

¿Tengo amistades que son ocasión habitual de pecado? ¿Estoy dispuesto a dejarlas?

En el noviazgo, ¿es el amor verdadero la razón fundamental de esas relaciones? ¿Vivo el constante y alegre sacrificio de no convertir el cariño en ocasión de pecado?

¿Degrado el amor humano confundiéndolo con el egoísmo y con el placer?

El noviazgo debe ser una ocasión de ahondar en el afecto y en el conocimiento mutuo; ¿mis relaciones están inspiradas no por afán de posesión, sino por el espíritu de entrega, de comprensión, de respeto, de delicadeza?

¿Me acerco con más frecuencia al sacramento de la Penitencia durante el noviazgo para tener más gracia de Dios? ¿Me han alejado de Dios esas relaciones?

¿He usado indebidamente el matrimonio? ¿He negado su derecho al otro cónyuge?

¿He faltado a la fidelidad conyugal con deseos o de obra?

¿Hago uso del matrimonio solamente en aquellos días en que no puede haber descendencia? ¿Sigo este modo de control de la natalidad sin razones graves?

¿He usado preservativos o tomado fármacos para evitar los hijos? ¿He inducido a otras personas a que los tomen?

¿He influido de alguna manera -consejos, bromas o actitudes- en crear un ambiente antinatalista?

¿He realizado lujuria es decir deseo o goce desordenados del placer como un fin en sí mismos, separados de la finalidad de procreación y de unión?

¿He realizado masturbación?

¿He tenido relaciones sexuales antes del matrimonio (y nunca hay verdadera certeza de que habrá ese matrimonio)?

¿He participado o visto pornografía en vídeos o revistas etc.?

¿He realizado prostitución?

¿He realizado violación es decir agredir con violencia la intimidad sexual de una persona?

¿He participado en homosexualismo, lesbianismo, orgías?

¿He realizado adulterio, es decir, relaciones sexuales durante el matrimonio con otra persona que no sea su cónyuge?

¿Me he entretenido con pensamientos o recuerdos deshonestos?

¿He traído a mi memoria recuerdos o pensamientos impuros?

¿Me he dejado llevar de malos deseos contra la virtud de la pureza, aunque no los haya puesto por obra?

¿Había alguna circunstancia que los agravase: parentesco, matrimonio o consagración a Dios en las personas a quienes se dirigían?

¿He tenido conversaciones impuras? ¿Las he comenzado yo?

¿He asistido a diversiones que me ponían en ocasión próxima de pecar? (ciertos bailes, cines o espectáculos inmorales, malas lecturas o compañías).

¿Me doy cuenta de que ponerme en esas ocasiones es ya un pecado?

 

7. MANDAMIENTO: NO ROBARÁS

 

¿He robado algún objeto o alguna cantidad de dinero?

¿He dejado de reparar o restituir pudiendo hacerlo?

¿He cooperado con otros en algún robo o hurto?

¿Había alguna circunstancia que lo agravase, por ejemplo, que se tratase de un objeto sagrado? ¿La cantidad o el valor de los apropiado era de importancia?

¿He retenido deliberadamente bienes prestados u objetos perdidos?

¿Retengo lo ajeno contra la voluntad de su dueño?

¿He perjudicado a los demás con engaños, trampas o coacciones en los contratos o relaciones comerciales?

¿Me han pagado por favores injustos?

¿He falsificado cheques, facturas, dinero, o practicado algún otro tipo de engaño para no pagar lo que se debe?

¿He hecho daño de otro modo a sus bienes?

¿Padezco del vicio del juego que me lleva a privarme a mí o a otros de lo que legítimamente correspondía?

¿He engañado cobrando más de lo debido?

¿He gastado más de lo que me permite mi posición?

¿Procuro acabar bien el trabajo pensando que a Dios no se le deben ofrecer cosas mal hechas?

¿Realizo el trabajo con la debida pericia y preparación?

¿He abusado de la confianza de mis superiores?

¿He perjudicado a mis superiores o subordinados o a otras personas haciéndoles un daño grave?

¿Facilito el trabajo o estudio de los demás, o lo entorpezco de algún modo, por ejemplo, con rencillas, derrotismos e interrupciones?

¿He sido perezoso en el cumplimiento de mis deberes?

¿Retraso con frecuencia el momento de ponerme a trabajar o estudiar?

¿He dejado de dar lo conveniente para ayudar a la Iglesia?

¿Hago limosna (sirve para perdonar pecados) según mi posición económica?

¿Hago ofrenda (sirve para sanar el corazón) según mi posición económica?

¿He dado diezmo (sirve para proteger la bendición, apartar a Satanás) según mi posición económica a la Iglesia? ¿He apoyado con mis bienes a las personas que están evangelizando tiempo completo, sean sacerdotes, religiosas o laicos comprometidos?

¿He llevado con sentido cristiano la carencia de cosas superfluas, o incluso necesarias?

¿He defraudado a mi consorte en los bienes?

¿Retengo o retraso indebidamente el pago de jornales o sueldos?

¿Retribuyo con justicia el trabajo de los demás?

En el desempeño de cargos o funciones públicas, ¿me he dejado llevar del favoritismo, acepción de personas, faltando a la justicia?

¿Cumplo con exactitud los deberes sociales, pago de seguros sociales, con mis empleados?

¿He abusado de la ley, con perjuicio de tercero, para evitar el pago de los seguros sociales?

¿He evitado o procurado evitar, pudiendo hacerlo desde el cargo que ocupo, las injusticias, los escándalos, hurtos, venganzas, fraudes y demás abusos que dañan la convivencia social?

¿He prestado mi apoyo a programas inmorales y anticristianos de acción social y política?

¿He descubierto, sin justa causa, defectos graves de otra persona, aunque sean ciertos, pero no conocidos?

¿Si he hablado mal de alguien, luego he dejado de reparar de alguna manera el daño causado, por ejemplo, hablando de modo positivo de esa persona?

¿He calumniado atribuyendo a los demás lo que no era verdadero?

 

8. MANDAMIENTO: NO LEVANTARÁS FALSOS TESTIMONIOS

 

¿He dicho mentiras? ¿He reparado el daño que haya podido seguirse?

¿Miento habitualmente justificándolo con que se trata de cosas de poca importancia?

¿He dejado de defender al prójimo difamado o calumniado?

¿He hecho juicios temerarios contra el prójimo? ¿Los he comunicado a otras personas? ¿No he rectificado ese juicio inexacto?

¿He revelado secretos importantes de otros, descubriéndolos sin justa causa? ¿He reparado el daño seguido?

¿He hablado mal de otros por frivolidad, envidia, o por dejarme llevar del mal genio?

¿He hablado mal de los demás -personas o instituciones- con el único fundamento de que "me contaron" o de que "se dice por ahí"? Es decir, ¿he cooperado de esta manera a la calumnia y a la murmuración?

¿Tengo en cuenta que las discrepancias políticas, profesionales o ideológicas no deben ofuscarme hasta el extremo de juzgar o hablar mal del prójimo, y que esas diferencias no me autorizan a descubrir sus defectos morales a menos que lo exija seriamente el bien común?

¿He revelado secretos sin justa causa? ¿He hecho uso en provecho personal de lo que sabía por silencio de oficio? ¿He reparado el daño que causé con mi actuación?

¿He abierto o leído correspondencia u otros escritos que por su modo de estar conservados, se desprende que sus dueños no quieren darlos a conocer?

¿He escuchado conversaciones contra la voluntad de los que las mantenían?

¿He sido cómplice de vicios o pecados graves (adulación) por buscar un interés, una influencia, un servicio, una amistad o evitar un problema con alguien?

¿He caído en la tentación de la vanagloria es decir jactancia del propio valer u obrar?

¿He sido irónico con alguien es decir ridiculizar con caricaturas malévolas un aspecto del comportamiento de una persona?

 

10. MANDAMIENTO: NO CODICIARÁS LOS BIENES AJENOS

 

¿He codiciado los bienes ajenos?

¿He sido avaro (deseo de apropiación inmoderada de los bienes terrenos) de las riquezas y el poder?

¿He deseado mal a quien considero competencia sea en los deportes, el comercio, la comunidad, grupo de oración, parroquia, iglesia, etc.?

¿He deseado a otros que fracasen para que brillen mis ideas, o se realicen más fácilmente mis proyectos?

¿He sido envidioso (es la tristeza experimentada ante el bien del prójimo y el deseo desordenado de poseer lo con alguna persona?