NOVENA PARA PREPARAR LA FIESTA DEL ROSARIO.

Día octavo (5 de Octubre):

50 aniversario de las parroquias de San Isidro y Nuestra Señora del Rosario: “Acogiendo a todos”

Hoy meditamos: María acoge el dolor cuando llega y sabe que “la esperanza no defrauda”.

Saludo del presidente: en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.

Perdón: Disponemos nuestra alma para acoger la gracia que se nos pueda regalar en esta novena pidiendo perdón por nuestros pecados:

·         Por las veces que desconfiamos del Amor de Dios. Señor ten piedad.

·         Por las veces que no somos honestos y no creamos un ambiente de confianza y familia a nuestro alrededor. Cristo ten piedad.

·         Por las veces que ante las situaciones de dolor huimos y dejamos sólo al que sufre. Por las veces que por nuestra irresponsabilidad cargamos a otros, pesos que nos corresponde llevar a nosotros. Señor ten piedad

Oración: Padre de misericordia acoge nuestras vidas. Nos ponemos en tus manos para que, llenos de tu Amor, podamos ser testigos del Evangelio y alegremos las vidas de nuestros hermanos. Que por intercesión de María, nuestra Madre del Rosario, sepamos afrontar el dolor y tengamos un corazón fiel y apoyado en el Señor en todo momento. Amén.

Lectura bíblica (Jn19, 25) “Junto a la Cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás y María, la Magdalena”

Reflexión: Jesús es “Dios con nosotros”. María está siempre con Dios. Está totalmente unida a Él espiritualmente y está también presente en los momentos cruciales de la vida de su Hijo… siempre a su lado. No busca el dolor, pero no huye de él. Lo afronta. Y lo hace de tal manera, que su presencia es consuelo y fortaleza para el mismo Dios en el momento del suplicio. Jesús encarnado, en el pesebre y en la cruz. Cristo kenótico, presente en la pobreza. El mismo Dios, abrazando y viviendo la debilidad más tremenda del ser humano. Necesitado de presencia amiga y de aliento fraterno. Su madre está cumpliendo esa tarea, fuerte en la debilidad, fortaleciendo al Todopoderoso, en su apuesta más radical de Amor por el hombre. María no busca apariencia; no se deja engañar; no sale corriendo si ve fracaso. Ella confía y se mantiene en pie en los momentos más terribles. Ni en su cabeza ni en su corazón cabe otra cosa que no sea permanecer. El ser humano fiel, al lado del “Ecce homo crucificado” respondiendo a la fidelidad del Amor de Dios. Esa fidelidad nos hará disfrutar del Cristo resucitado fiel y grande que en la Eucaristía se da a sus hijos en los momentos de mayor cruz y desvalimiento. Y los hace fuertes y grandes con su presencia… María de pie junto a la Cruz de Jesús y junto a la nuestra. Cristo, Dios con nosotros, identificado, sufriendo y alentando a los crucificados de todos los tiempos.

¿Cómo afronto el dolor? ¿Me han tumbado los sufrimientos de la vida? ¿Han entristecido y apagado de forma radical la alegría de mi corazón? ¿Acompaño a los demás en sus sufrimientos o meto la cabeza debajo del ala? ¿Me duele el dolor de los hermanos, o sólo el dolor de los que considero “míos”? ¿Me siento acompañado en mi dolor? ¿Pido ayuda? ¿Soy fuerte o estoy endurecido?

Peticiones respondiendo con el Ave María

Por intercesión de María, presentamos a Dios nuestras súplicas:

·         Madre, con tu intercesión, danos fortaleza para mantenernos en pie ante las cruces que tengamos. Dios te salve María, llena eres…

·         Madre, con tu intercesión, danos sabiduría y valentía para estar al lado de los que sufren y ser fuente de verdadero consuelo. Dios te salve María, llena eres…

·         Madre, con tu intercesión, ayúdanos a mantener un corazón confiado, que no se cansa de amar porque descansa en tu amor, apoyado en ti. Un corazón siempre fuerte y nunca endurecido. Dios te salve María, llena eres…

·         Madre, con tu intercesión, protege y aviva todas las parroquias de Torrejón. En este 50 aniversario, tiende tu manto de forma especial sobre las parroquias de San Isidro y Nuestra Señora del Rosario. Atiende sus necesidades. Impúlsalas. Que sean corazón de sus barrios, lugar de acogida y fuente de esperanza para todos. Dios te salve María, llena eres…

Silencio para que cada uno pida lo que quiera. Pueden ser intenciones en alto o en bajo. Después de la participación de todos, se reza el Ave María.

Padre nuestro

Oración final

Que esta novena sirva para unir nuestros corazones entre nosotros y con Dios. Que vivamos la alegría de saber que somos protagonistas de la Salvación. El Señor cuenta con nosotros para llevar su luz, su fortaleza y su esperanza a nuestra historia concreta y a la de nuestros hermanos. Que el ejemplo de acogida y donación de María nos ayude a ser más de Dios. Amén

Bendición si quien preside tiene la facultad